Recogieron una muestra de los balances de las empresas más grandes de toda la región y encontraron que la inversión cayó bruscamente, mientras que los niveles de deuda siguen siendo altos, particularmente en los sectores más afectados por la pandemia de COVID-19. Además, la demanda de trabajadores formales tuvo una gran caída y el empleo informal aumentó significativamente durante la recuperación.
El informe analiza empresas de una amplia gama de sectores económicos en América del Sur. Aunque los ingresos de las empresas de sectores como la tala, la minería y otras industrias de extracción se han recuperado en su mayor parte, en muchos sectores (como la construcción, el comercio minorista y la mayoría de las profesiones no manuales) los ingresos se mantuvieron muy bajos.
Las pequeñas empresas, que a menudo tienen un acceso limitado al crédito, fueron las que más sufrieron la crisis. El informe dice que las empresas más pequeñas continúan enfrentando más problemas financieros y es más probable que se atrasen en los pagos de la deuda, por lo que una parte importante cierra. Para revertir la situación y evitar que conduzca a una especie de "crisis económica duradera", en la que un sector privado débil no logre crear empleos ni estimular el crecimiento económico, los diferentes gobiernos de la región deben tomar medidas e implementar una serie de políticas para ayudar a las empresas a impulsar la inversión y contratar nuevos empleados.
Estas son algunas de las principales conclusiones del nuevo informe, que analiza cómo se desarrollaron o crecieron las diferentes empresas en función de lo grandes que eran los negocios en 2020 y 2021, los niveles de capital de las empresas siguen siendo un 20% más bajos que antes de la pandemia.
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