La falta de lluvias también comenzó a generar inconvenientes y preocupación en estos sectores de que, si las condiciones climáticas no cambian pronto, comenzarán a aparecer serios problemas de oferta y precios.
El sector ganadero vive hoy un momento especial. En lugar de quedarse con los animales, como suele suceder para equilibrar las ventas, hoy la prioridad de muchos agricultores es "sacarlos" en lugar de que mueran como resultado de la sequía.
Muchos incluso apuran su engorde y, lo que puede requerir un proceso de entre ocho y nueve meses, lo hacen en tres. Como resultado de este crecimiento de la oferta, los precios de la carne se mantienen estables en la actualidad.
De hecho, según la última encuesta del Indec, los valores de estos productos subieron de media apenas un 1% en noviembre, un movimiento muy similar al de los últimos meses.
"Además de que desde hace tiempo hay una caída en el consumo interno, lo que pasa es que el poder adquisitivo también se ha debilitado y algunos precios no se están validando", explicó a El Cronista Miguel Schiariti, titular de la Cámara de Industria y Comercio de la República Argentina (CICCRA).
Lo que podría revertir buena parte de este escenario negativo es una variación de las condiciones climáticas. Si llueve y las condiciones de los suelos mejoran, los agricultores entienden que habrá más retención de animales, por lo que la oferta debería disminuir. Esto, por supuesto, conducirá a un aumento de los precios.
Fuente: https://qpaso.ar/
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