El origen de TEG, el Juego de Mesa Estratégico que se convirtió en una Tradición

“Me dijeron que no iba a funcionar”. Con cartón pintado y monedas inventó el juego que despierta pasiones entre los argentinos

La primera versión de T. E. G. no tenía nombre. Era solo un pedazo de cartón plastificado con un mapa del mundo dibujado con lápices de colores, a mano alzada. Para las fichas tenía monedas de cinco centavos del Banco Central que David Jiterman (71), creador del juego, recolectó con avidez durante toda la semana.

"Honestamente, nunca pensé que había hecho algo muy trascendental. No es la penicilina...", comenta Jiterman con humor en su oficina de Villa Adelina. Sin embargo, a partir de octubre de 1976, la sigla "Plan de Guerra Táctico y Estratégico" quedó grabada en la mente de muchos argentinos como sinónimo de noches eternas, traiciones irreparables y, según su creador, también causas de divorcio.

David Jiterman tenía 25 años, estudiaba Contabilidad y trabajaba en el bufete de abogados "Severgnini, Robiola, Grinberg y Larrechea" en el microcentro. Toda la semana fue ajetreada, gris por los trajes tapados y el papeleo interminable. Solo tuvo una noche en la que se deshizo de todo eso: una vez a la semana se reunía con sus amigos y se olvidaba de todo. "Pasamos la noche comiendo y charlando... Fue un momento mágico para mí", recuerda. Una noche, uno de sus amigos vino a la reunión con un planisferio dibujado, un sistema de dados y fichas de colores. "Eran parte de un juego llamado 'GUERRA'. Pero como no teníamos las instrucciones y le faltaban partes, comenzamos a imaginar cómo debería ser", agrega.

Juntos escribieron nuevas reglas y cada semana agregaban algún elemento. Fue entonces cuando Jiterman diseñó su tablero de cartón plastificado. "Era gigantesco y con mi versión de las fichas, el juego era infalible. Pasamos la noche jugando. Entonces pensé: "Si es tan exitoso aquí con mis amigos, ¿por qué no lo hago para vender?’. Esa pregunta fue el detonante de todo lo que vino después", explica. A partir de ese año, T. E. G. se reprodujo en Argentina como un virus.

¿Por qué lo llamaste "T.E.G. Plan de Guerra Táctico y Estratégico"?

-Cuando fui a patentar la marca me dijeron que se habían tomado las palabras "Estrategia", "Guerra" y "Táctica". No se me ocurría nada mejor y la imprenta me presionaba porque tenía que producir las portadas. Así que dije: "Bueno, le daré el acrónimo."Pero me arrepiento desde el primer día, aunque tengo que aceptar que golpeó.

"El más sedentario de los deportes"

David Jiterman puso a la venta T. E. G. y al mismo tiempo fundó Yetem, la empresa propietaria de la marca. Habían pasado solo unos meses desde el último golpe militar. "Fue un momento complicado, más para lanzar un juego de guerra, pero ya tenía el juego y teníamos que hacer ruido. Así que alquilé una sala, llamé a mucha gente para que tocara e incluso llamé a varios periodistas para cubrir el evento", dice Jiterman. Quería que su empresa estuviera en boca de todos, pero era un trabajo arduo. Yetem solo tenía dos empleados: su esposa y él mismo.

¿Las ventas explotaron desde el principio?

- En absoluto, pero no tardó mucho. Los meses previos al lanzamiento fueron los más difíciles. Recuerdo que visité al entonces dueño de Ruibal para pedirle que lo distribuyera. El tipo se me acercó y me dijo: "Amigo, esto no es para aquí."Ahora sé que Ruibal vende T. E. G.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/